El calzado antideslizante reduce significativamente el riesgo de sufrir accidentes por resbalones, una de las principales causas de lesiones en el lugar de trabajo. Estos zapatos tienen suelas diseñadas con materiales y patrones específicos que aumentan el agarre en superficies resbaladizas, mojadas o aceitosas. Además de la seguridad inmediata, el calzado antideslizante proporciona a los profesionales una mayor confianza a la hora de realizar sus tareas, aumentando la productividad. Para sectores como la sanidad o la restauración, esta característica es esencial, no sólo para proteger a los trabajadores, sino también para cumplir con las normas de seguridad laboral.